La obra evoca la solidez y el desgaste del tiempo en un equilibrio entre el caos y la estructura. Los bloques de negro intenso, aplicados con una gestualidad cruda y determinada, contrastan con el fondo dorado, que sugiere una historia enterrada bajo capas de opacidad. “Fortaleza en Ruinas” representa la lucha entre la permanencia y la erosión, entre lo construido y lo que inevitablemente se desmorona.
Es un recordatorio de que incluso en la rigidez hay fragilidad, y que lo que hoy parece inquebrantable, mañana puede ser un eco de lo que fue.
